La Electromiografía o EMG, consiste en la evaluación electrofisiológica del sistema neuromuscular (sistema nervioso periférico, unión neuromuscular y músculos esqueléticos). Aunque el término “electromiografía” se suele utilizar para designar todas las técnicas neurofisiológicas utilizadas para el estudio funcional del sistema neuromuscular en realidad debería restringirse al registro de la actividad eléctrica muscular con electrodo de aguja. Si solo se realiza electroneurograma (estudios de conducción nerviosa sensitiva y motora) no es necesario introducir agujas en los músculos.
Ejemplo de estudio de conducción motora normal del nervio mediano.
Se trata de una prueba mínimamente invasiva.
- Su finalidad es examinar el estado de los nervios y músculos.
- Consiste en dar pequeñas descargas eléctricas sobre la piel, inofensivas y poco molestas (electroneurografía) y en algunos casos la introducción de electrodos de agujas en los músculos (electromiografía); las agujas son muy finas y provocan escasas molestias.
- Ponga en conocimiento del médico neurofisiólogo si está en tratamiento con anticoagulantes (Sintrom) o es portador de un marcapasos.
- No existen riesgos para el embarazo.
- La prueba carece de efectos secundarios. Unicamente puede persistir un ligero dolor o hematoma en la zona de punción. No obstante, según el sitio explorado puede aparecer alguna complicación sobre estructuras cercanas al músculo, aunque son muy poco frecuentes las descritas.
- No se introducen medicamentos ni anestesia. No se extrae sangre.
- Ha de acudir con la piel limpia (si es posible, recién duchado). No aplicar cremas.
- No requiere venir en ayunas.
- Puede conducir tras la prueba.
El estudio electromiográfico es recomendable hacerlo a partir de los 15-20 días después del comienzo de los síntomas.